Los adoquines de hormigón son piezas uniformes, macizas de hormigón, de gran resistencia, que se colocan para que encajen unos con otros, dando como resultado un pavimento de gran fortaleza y atractivo estético. Entre sus principales aplicaciones tenemos, pavimentos para tránsito vehicular, liviano y pesado; para tránsito peatonal como senderos, parques y plazas; para altas cargas como puertos, aeropuertos, patios de carga; rehabilitación de pavimentos deteriorados (asfalto, hormigón), etc. La gran variedad de aplicaciones se deben en parte a sus principales ventajas, facilidad en la colocación; habilitación inmediata una vez finalizada la colocación; se adaptan a pendientes y curvas; su vida útil es superior a los 40 años; ideales para calles con redes de servicio incompletas o que requieran renovación; poca dependencia climática, listos para colocar; mantenimiento simple y económico; utilización de piezas de colores para incorporar señales; etc.